Hace algunas entradas
atrás, tratamos el tema de la publicidad descontrolada en los juegos de azar en
línea y como esta situación puede afectar la conducta de las personas y sobre
todo, deja a la deriva a los menores de edad y otros sectores vulnerables. En
Italia, la prohibición total de las publicidades de los juegos de azar en línea
ya es ley y ninguna empresa podrá realizar ningún tipo de promoción, en ningún
horario ni en ninguna plataforma. La controversia está dada por que la
prohibición total parece haber desatado un problema mucho más grave que al que
se buscaba dar solución.

Los empresarios, por
su parte, quienes fueron parte activa en el debate en la cámara, explicaron que
ellos trabajan activamente para fomentar el juego responsable y están
convencidos que los diputados que levantaron la mano alegremente para aprobarla, desconocen por completo las consecuencias que esta ley va a producir.
Para los empresarios, prohibir cualquier tipo de publicidad en Internet
resultará en la proliferación de juegos ilegales. Cabe destacar que la
industria del juego italiana es la mayor de Europa, con cerca de 150 mil personas
directamente vinculadas y ciento de pequeñas empresas, cuyo negocio puede ser
afectado drásticamente por la prohibición de cualquier tipo de publicidad. Sin embargo,
el gobierno italiano parece que está firme en su decisión y los problemas que
esto pueda traer serán tomados como inevitables efectos colaterales.
Según los empresarios
italianos, el mercado ilegal del juego de ese país disminuyó de manera
significativa luego de la regulación en el año 2011. Mientras los operadores
dicen que en buena parte esa disminución de la ilegalidad es gracias a la acción
de los sitios que actúan dentro del mercado legal, el gobierno insiste que
fueron las medidas y la vigilancia tomada por el ellos lo que hizo que los
ilegales pusieran pies en polvorosa. Para los empresarios, prohibir todo tipo
de publicidad en Internet es la mejor forma para que vuelvan los juegos
ilegales, tesis que los empresarios tratan de demostrar de manera muy poco
firme, con hipótesis que parecen tomadas de un hilo muy delgado. Ellos insisten
en que la falta de publicidad hará que los jugadores desconozcan el sentido del
juego responsable y caerán irremediablemente en las redes de la ilegalidad y de
la adicción. Algo que parece muy drástico y que pone a los jugadores como una
banda de descerebrados capaces de comprar espejitos de colores si un papaíto operador
no les dice lo que está bien o mal.
No obstante, la idea
del gobierno italiano de prohibir de cuajo la publicidad tampoco va a hacer de
forma automática que las personas queden blindadas contra la adicción al juego
y el malgastar su dinero. Pero el tema es que la ley parece que se queda en la
prohibición y no hace nada o casi nada para combatir el mal, ya que en muchos
bares italianos hay instaladas máquinas tragamonedas, venta de loterías y las tarjetas
de raspaditas se pueden comprar en los supermercados. Realmente el Decreto Dignidad
lo único que hace es bloquear la publicidad que, a primera vista, no
paree una medida del todo inteligente, porque los jugadores que ya están dentro
de la red de juego no necesitan de publicidad para encontrar sus sitios. Lo realmente
inteligente hubiese sido la restricción horaria de los anuncios, la duración de
los mismos, el tamaño y su tipología, y explicando en todos y cada uno que jugar
de forma compulsiva es dañino para la salud.
El
decreto tampoco reduce la cantidad de máquinas tragamonedas por ciudad, no establece
distancias mínimas desde los lugares públicos o escuelas y no impide que los
supermercados sigan vendiendo raspaditas y sólo se le sumará la leyenda “perjudicial
para la salud”. Fuera de los juegos por Internet, los italianos gastan
alrededor de 20 mil millones de euros al año y no hay ninguna publicidad que prohíban las tragamonedas de los bares, simplemente la gente sabe que están
allí, van y juegan.
El
gobierno tiene con esta norma el objetivo restringir la cantidad de nuevos jugadores
en el mundo de las apuestas y tratar de salvaguardar su integridad física. Pero
como dijimos más arriba, subestimar a los jugadores y a los medios que tienen
disponibles los casinos para atraer nuevos clientes, es casi infantil. Las
empresas italianas poseen un arma importante para llamar a nuevos clientes, la
bonificación sin depósito, que es prácticamente una promesa de dinero gratis
para comenzar a apostar, lo que atraerá a un gran número de usuarios de
Internet, quienes luego serán cargados en su cuenta para continuar como
clientes habituales. Es decir, las empresas van a seguir sumando apostadores,
haya o no publicidad
El caso
italiano parece una lucha entre el bien y el mal, con la salvedad de que en
este caso las líneas de quién es quién se desdibujan. Ambos, ángeles y
demonios, héroes y villanos, púdicos e indecorosos, que en realidad poco les
interesa el bien común y esperan los réditos, políticos y económicos, siempre
poniendo al otro como excusa de sus actos. Para los empresarios, la prohibición
de la publicidad hará que los jugadores no puedan identificar un casino online
legal de uno ilegal, jugarán en ilegales y esto disparará la adicción al juego.
Nada más falso, ya que al jugador patológico no le interesa si el sitio está o
no registrado en un protocolo legal, sino saciar su compulsión de apostar. La
medida del gobierno parece torpe porque entra en algunas contradicciones, pues
mientras prohíbe las publicidades y promociones online, aumenta las tasas sobre
los Slots y la Videolotería. Además, la única entidad que podrá hacer promociones
será la Lotería del Estado, pues el 100 por ciento de los ingresos van para las arcas estatales.
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