En el país africano, el gobierno subió las tasas debido a el fanatismo de los jóvenes por las apuestas
Son muy pocos los países en el mundo que luego de legalizar los juegos de azar en línea, su demanda no se haya visto en un continuo y enorme crecimiento. En África, Kenia se ha convertido en el país que más creció en los últimos años, cuestión que ha sido vista por el gobierno como un problema y decretó un importante aumento en las tasas para controlar el mercado.

Las apuestas y el juego en línea es el rey del ocio en
Kenia, con un millón de usuarios registrados en empresas de apuestas
deportivas, siendo el teléfono móvil el instrumento preferido de los keniatas a
la hora de apostar. Empresas como Sportpesa, que opera desde el 2013 en Kenia,
declaró ingresos por 40 millones de euros durante el último año, una suma
estratosférica para los países africanos. La compañía también introdujo
servicios de banda ancha a cerca de 12.000 hogares en Nairobi, lo que aumentará
el acceso a servicios de juego en línea.
Pero el juego legal no limita al ilegal. Las bondades
del mercado de juego en países con pocos o nulos controles como Ghana, Uganda o
Kenia, dieron paso a que muchos pseudo financistas de origen chino instalen
loterías y rifas ilegales en las zonas rurales o que algunos empresarios pueden
adquirir una tragamonedas en el mercado negro, directamente del fabricante, por
poco más de 100 euros.
Pero las bondades y la devoción que genera el juego en
la población keniata no iban a escapar a las ansias recaudatorias del gobierno
por mucho tiempo. Hace aproximadamente una semana, Uhuru Kenyatta, el primer
mandatario del país, firmó un nuevo proyecto de ley que impone una tasa
impositiva del 35 por ciento a todos los operadores de juegos de azar del país,
incluidos casinos, loterías y casas de apuestas. Asimismo, todas las empresas
con sede en el país son responsables de un impuesto a la sociedad del 30 por
ciento.
Para los operadores, estas medidas sólo lograran que el
mercado del juego sea golpeado por el nuevo umbral del impuesto. La mayoría de
los apostadores keniatas se están actualmente inclinando por las apuestas en
línea, seguidos por la lotería y los casinos. Las tasas de estas tres
modalidades hasta el impuestazo de Kenyatta eran de 7,5 para las casas de
apuestas, 5 para loterías y 12 por ciento para los casinos.
Pero el aumento de tasas esconde algo más que unas
ambiciosas ansias recaudatorias. Algunos funcionarios en Nairobi están
claramente alarmados por el aumento de popularidad de los juegos de azar en
línea y pedían a gritos que el ejecutivo tomase medidas para detener su
crecimiento sin restricciones; lo más rápido y fácil era atacar a las empresas
con las tasas y no apuntar a la orientación de los jugadores. Es más, algunos
funcionarios ya están discutiendo la medida, porque nada de esto pueda
garantizar que las altas tasas actúen a favor de los consumidores y sí en
contra de las empresas.
Para el presidente Uhuru, su gobierno está muy
preocupado por el nivel de apostadores dentro de las poblaciones escolares y
cree que las altas tasas van a hacer retrotraer esta tendencia. El primer
mandatario explicó que la suba de las tasas responde a un deseo de su gobierno
de que el dinero de las apuestas regrese a los apostadores en forma de
proyectos constructivos.
Ronald Karauri, director ejecutivo de SportPesa, dijo a
través de Twitter que las enmiendas fiscales afectarán en gran medida sus
operaciones y que sus socios deberían planificar en consecuencia o retirar el
apoyo económico. En particular, Karauri dijo que los recortes no afectarán a
los patrocinios de equipos fuera de Kenia.
La subida impositiva augura cómo los gobiernos africanos
se ocuparán de las apuestas deportivas y los juegos de azar a medida que crece
en una industria multimillonaria en todo el continente. Detrás de Sudáfrica y
Nigeria, Kenia es el hogar del tercer mercado de juego más grande de África. El
auge de apuestas también ha atrapado en países como Uganda, donde la expansión
de la televisión por satélite y la creación de una lotería nacional atrajeron a
muchos ugandeses desempleados en apuestas. En Nigeria, 60 millones de personas
entre las edades de 18 y 40 años gastan hasta 2.000 millones de naira (5,6
millones de euros) en apuestas deportivas diarias.
La creciente adopción de teléfonos inteligentes también
ha aumentado el tiempo que las personas pasan jugando en Kenia, con muchos de
ellos pasando horas investigando equipos, revisando las puntuaciones o
aprendiendo tácticas de apuestas. Los medios locales han reportado historias de
personas que se suicidan después de perder apuestas o de caer en deuda.
La propuesta inicial del Tesoro de Kenia era aumentar
realmente el impuesto al 50 por ciento, pero después de las reuniones de las
partes interesadas, la tarifa para todas las apuestas, loterías y otras
modalidades fue modificada a un 35 por ciento uniforme.
Fabián Bataglia
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