Una gran parte de la
población norteamericana acogió de la mejor manera la decisión de la Corte
Suprema de los Estados Unidos, la cual despejaba el horizonte para que se
pudieran legalizar las apuestas deportivas en todo el país. Sin embargo, no
todos festejaron esta medida. Grupos cercanos a las personas con patologías del
juego y contrarios a una apertura, señalaron que se puede desatar una epidemia
de apuestas a partir de las próximas semanas.
Arnie Wexler, un ex adicto al
juego que trabaja como consultor certificado sobre juego compulsivo y que se
recuperó de su adicción hace 50 años, dijo estar muy compungido porque muchas
personas van a estar apostando por primera vez en el corto plazo. Para él, la
legalización de las apuestas se va a convertir en un virus, cuyas consecuencias
se empezarían a ver en un par de años. “Con la apertura de los casinos en
Atlantic City en 1978, los centros de tratamiento crecieron por todas partes.
Estamos abriendo la puerta a un gran problema de adicción al juego, pero los
Estados están ganando dinero, y de eso se trata. A nadie le importa que las
vidas de las personas sean destruidas”.
Según satos proporcionando
por Wexler, antes de que se inauguraron los casinos en Nueva Jersey había una
docena de centros de reunión para jugadores con problemas y cuatro años más
tarde ya había 47. Con tono casi apocalíptico, el consultor dijo que la Corte
Suprema creó un verdadero circo y que va a haber tantas personas adictas al juego
en los próximos años, que “va a ser un verdadero volcán de adicción al juego en
los Estados Unidos”.
Como ex Director Ejecutivo
del Consejo de apuestas compulsivas de Nueva Jersey, Wexler recordó una
encuesta de Gallup en 1986, que predijo, según él, una inminente explosión. La
encuesta explica que antes de la legalización de la lotería estatal, el 31 por
ciento de la población decía que jugaban lotería en los circuitos ilegales.
Luego, la encuesta encontró después que el 81 por ciento de la misma gente jugó
la lotería estatal. Según explica, en EEUU la mayoría de las personas comunes
no harían nunca algo fuera de la ley, como apostar con un corredor ilegal, pero
esas personas podrían volcarse masivamente a jugar una vez legalizadas las
apuestas. Para él, la Corte Suprema dejó abierta la puerta a una epidemia.
Una encuesta reciente llevada
a cabo por pedido de la American Gaming Association (AGA) estimó que al menos
28 millones de estadounidenses van a realizar apuestas deportivas luego del
fallo de la Corte, sobre todo por la facilidad de jugar en línea. Para Richard
Daynard, profesor de derecho en la Universidad del noreste y Director del
Instituto de defensa de la salud pública, lo que la Corte Suprema hizo fue
facilitar la expansión del juego, ya que básicamente va a estar en el
escritorio de cualquier persona.
Por su parte, Marlene Warner,
Presidente de la Junta Directiva del Consejo Nacional sobre problemas de juego
(NCPG, por sus siglas en inglés), cree que los reguladores y las ligas
deportivas que se van a beneficiar con los millones de nuevos ingresos,
deberían utilizar parte de ese dinero para ayudar a combatir cualquier problema
devenido del juego. "La expansión de los juegos de azar legalizados en los
Estados Unidos probablemente aumentará la participación de las personas y los
consecuentes problemas de juego a menos que se tomen medidas para minimizar el
daño", dijo Warner.
También, Keith Whyte,
Director Ejecutivo del NCPG dijo que la adicción al juego resultó en costos
sociales por casi 7 mil millones de dólares el año pasado, la mayoría de los
cuales provienen de la salud pública y la justicia penal. Whyte explicó que el
Consejo está pidiendo que se conforme una red nacional de seguridad, la cual
debería ser financiada con el 1 por ciento de los ingresos que genere la
actividad de juego legal.
Según datos del NCPG, el año
pasado se generaron 115.000 millones de dólares en apuestas legales y los
estados asignaron 71 millones para la prevención y el tratamiento de la
adicción, un porcentaje ínfimo de esa gigantesca masa de dinero. Esta
situación, explican los expertos, está dejando enormes agujeros en la red de
seguridad, la cual en este momento posee una potencial expansión masiva. El
dinero que los Estados asignan para la prevención cubre algunas líneas de
tratamiento y mensajes educativos, y varios de ellos no están adecuadamente
preparados para proporcionar programas de asistencia para las personas con
algún grado de patología.
Los críticos de la decisión
de la Corte Suprema de los EEUU., explican que mientras los gobernadores ya
están contando el efectivo que va a llegar con las apuestas deportivas legales,
las redes de seguridad no están siendo tratadas de la forma que requiera tal
expansión. Ellos insisten que la legalización aumentará la actividad de los
juegos de azar y con ello los problemas de ludopatía, a menos que se tomen
medidas inmediatas para minimizar el daño si no se quiere que se convierta en
un real problema de salud pública.
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