En Gran Bretaña, el consejo que agrupa a los gobiernos
municipales (LGA, por sus siglas en inglés) advirtieron que entre el 2007 y el
2012, la publicidad de los juegos de azar aumentó en ese país un 500 por
ciento, lo que pone en riesgo a la franja más vulnerable de la sociedad, sobre
todo a los menores de edad. La LGA está pidiendo al consejo mayores
restricciones para evitar posibles daños en la población.
La publicidad de juegos de azar está siendo una
preocupación constante en varios países de Europa y tanto políticos como
organizaciones no gubernamentales, están pidiendo que se regule a su mínima
expresión, pues expertos aseguran que la exposición constante a la publicidad
atenta en contra de la salud de la población. En España, en donde un icono del
deporte como Rafael Nadal, es el rostro visible de PokerSatrs, sectores
opositores al gobierno y profesionales en el tratamiento de adicciones, están
convencidos que se debe hacer algo con las publicidades.
El PSOE español ha directamente bregado por prohibir las
publicidades de juegos de azar en línea y ponerlos en el mismo estatus del
alcohol o el tabaco. Los diputados socialistas han mostrado su preocupación
sobre el apego de los jóvenes a los juegos de azar en línea. Según los datos
que maneja el secretario del PSOE de la cámara baja, Miguel Ángel Heredia, la
inclinación de los jóvenes a los juegos de azar en línea está creciendo muy por
encima de la media, ya que en 2012, un año después de la regulación de esta
modalidad de juego en España, había un 6 por ciento de personas de entre 18 y
25 años que entraban regularmente a Internet para apostar. En 2015 ya superaba
el 23 por ciento.
Por su parte, Ángel Turbi Pinazo, profesor de psicología
de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir y experto en
adicciones, explicó que “no existe regulación clara de la publicidad en cuanto
a horarios o publico ya que un menor puede comprar la camiseta de su equipo
favorito en la que aparece el nombre de la web de apuestas y ve la tv con dicha
publicidad. Se regula el acceso a la web para menores, pero no la publicidad,
eso es por lo menos una incongruencia”. Cabe destacar que en el Boletín Oficial
del Estado de febrero de 2009, se declara que “se debe restringir la promoción
y publicidad de sustancias tóxicas o adictivas y que se debe poner el énfasis
en la normativa sobre publicidad (…) haciendo especial referencia en las edades
y lugares donde se puedan vender esos productos y donde sea legal su consumo”.
El debate que debe darse es si los juegos en línea se
comparan con productos potencialmente peligrosos tales como el tabaco, alcohol
o drogas, o los sectores contrarios son algo exagerados al respecto. Por lo
general, las leyes que regulan los juegos de azar tienen la intención de
posicionar al juego como una actividad de ocio aceptable, la publicidad que los
propaga ha crecido en volumen, muchas veces haciendo peligrar el equilibrio
entre un crecimiento aceptable y la protección de los individuos y las
comunidades en donde se desarrollan como sociedad. En Reino Unido, los
consejeros de la LGA están pidiendo que se realicen pruebas fehacientes del
impacto que generan las tragamonedas de apuestas fijas (Las célebres FOBT’s),
en donde los apostadores se pueden gastar cientos de libras en un rato de ocio,
ya que las apuestas máximas son de hasta £ 100 y los líderes comunales la
quieren reducir a dos.
La publicidad que rodea a los juegos de azar y a las
tiendas de apuestas que pululan por todo Reino Unido son cada vez más populares
(Actualmente superan las 34.000) y son consideradas un peligro por
especialistas en adicciones. Nadie regula la publicidad en torno a las FOBT’s
por la sencilla razón de que son un gran negocio para el estado, debido a la
gran cantidad de dinero que proviene de las tasas. Los funcionarios, por lo
menos la mayoría de ellos, están convencidos de que al reducir la difusión
significaría una reducción en la actividad y por ende, caerían los ingresos fiscales,
dejando sin fondos a la salud pública, educación y otras actividades benéficas.
Para los críticos de los juegos, generar enfermedades para curar otras es al
menos incongruente. Los comuneros británicos, quienes salieron a declarar que
no son anticapitalistas, creen que la mejor manera de que el juego sea
realmente un ocio sano es regular la publicidad, vetar nuevas tiendas de juegos
en donde ya haya y achicar a su mínima expresión el volumen de apuestas, para
que no haya riesgos de que la gente incurra en grandes pérdidas de dinero.
Hace algunas semanas Coljuegos, la entidad reguladora
del juego de Colombia realizó el segundo contrato para dos nuevas plataformas
de apuestas en línea, y el gobierno está dispuesto a bloquear y prohibir la publicidad
de los sitios que no paguen impuestos. Para el titular de Coljuegos lo
primordial es recuperar los 350.000 mil millones de pesos colombianos (unos 113
millones de dólares) que pierden por año en sitios de apuestas sin autorización
y ponen el acento en la lucha en contra del juego ilegal.
En propias palabras del Presidente de Coljuegos, Juan
Pérez Hidalgo, el 59 por ciento de la población adulta de Colombia es jugador
de algún tipo de juego de azar, lo que da una magnitud del tamaño del mercado
en ese país. Pérez Hidalgo, dijo que en Colombia se va a consolidar el mercado
del juego en Línea debido a la gran penetración que ha venido teniendo Internet
en los últimos años. Sin embargo, la entidad reguladora no ha medido aún el
impacto que está teniendo en la población la legalización del juego en línea por
ser una actividad muy reciente. Es decir que literalmente no hicieron ningún
estudio de impacto anterior a la regulación, ni mucho menos uno sobre el que
genera la publicidad sobre la salud pública.
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