A pesar de estar
prácticamente dividida y de que los terroristas del grupo islámico radicalizado
Boko Haram siembra el terror en el noreste del país, varias empresas de juegos
están realizando importantes inversiones en Nigeria, ya que, según sus propias
predicciones, el país africano es una potencial mina de oro en cuanto a
apuestas deportivas se trata.
En Nigeria las leyes no tratan directamente al juego en
línea, lo que permite que muchos de sus ciudadanos estén jugando juegos en la
red, dado que tienen en su poder
teléfonos inteligentes. Al no existir restricciones legales, los operadores de
juegos en línea, locales o internacionales, permiten a los nigerianos
registrarse y colocar cualquier tipo de apuesta deportiva. En un país con más
del 60 por ciento de sus habitantes con las necesidades básicas insatisfechas
(esto significa 100 millones de personas), que viven con menos de un dólar
diario y que está en el ranking 152 de naciones con menor índice de desarrollo
humano, empresas de juegos en línea decidieron hacer inversiones y alianzas con
empresarios locales. Evidentemente llenar la alcancía por goteo funciona.
Los nigerianos, de todas las clases sociales, son muy
apegados a las apuestas deportivas sobre todo debido al fanatismo por la liga
inglesa de fútbol. Esta situación no escapa a la mirada de empresas de juegos
que decidieron hacer pie en el país del África occidental, porque ven que, a
pesar de las vicisitudes, Nigeria es un país que promete grandes oportunidades
de negocio. Así es como la empresa con sede en Malta, BtoBet, informó en un
comunicado de prensa que desembarcaría en Nigeria para empezar a trabajar en
radicar las apuestas deportivas en línea, ya que hoy en día, las apuestas en
locales son las preferidas de los nigerianos.
Los responsables de BtoBet explicaron que tendrán en
cuenta todos los pormenores para desarrollar en negocio, sobre todo, de los
teléfonos móviles, ya que el 52 por ciento de la población es poseedora de uno
a más teléfonos inteligentes. Además, dijeron que van a tener que trabajar para
preparar a los usuarios de ese país en la transición de las apuestas
presenciales a las móviles y sus respectivos canales de pago. Un esfuerzo que
parece que los empresarios están dispuestos a hacer, en un mercado regional con
cerca de 150 millones de potenciales usuarios.
Nigeria está ahora pasando por su recesión más larga en
más de 25 años y sufre una de las crisis humanitarias más graves del mundo,
empeorada por la violencia del grupo insurgente Boko Haram, que no duda en
flagelar a personas de todas las edades en público, por considerar que están
violando las leyes del islam. Además, 4,7 millones de personas sufren
inseguridad alimenticia en la región, según la ONU, mientras que el 49 por
ciento de los jóvenes están subempleados en trabajos insuficientes y de media
jornada o directamente desempleados. Entonces, ¿Qué es lo que atrae a empresas
de juegos como BtoBet a desembarcar en Nigeria? Justamente eso, la desigualdad
social y la desesperación de la parte más pobre de la población de saciar, como
sea, las ansias de poder tener un mejor pasar en sus vidas.
Es que trabajando
tampoco se puede. Según un ex agente de la CIA destacado en Lagos, la ciudad
más poblada del país, el segmento más rico de la sociedad, que vive de forma
opulenta en una isla artificial en forma de banana (Banana Island), por lo
general explotan a sus empleados y les paga mal o a veces no les paga, haciendo
que éstos se cansen de recurrir a la justicia y no accedan a sus derechos, ya
que está manejada desde las mansiones de la Banana.
Por lo tanto, el juego es una de las actividades que las
personas de menores recursos ven para tratar de pailar sus constantes problemas
económicos. Esta afición al juego ha hecho que existan variedades de casas de
juegos clandestinas en Nigeria distribuidas en todo el país, desde máquinas
tragamonedas a casinos y garitos ilegales, que se mantiene gracias a las personas que buscan
desesperadamente hacerse con algo más de dinero. Cuando el juego se vuelve una
imperiosa necesidad para salir de la pobreza, deja de serlo y se convierte en
un arma de doble filo, que puede cercenar la mano que toca la tecla.
Fabián Bataglia
Fabián Bataglia
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